miércoles, 20 de marzo de 2013

Claustro Ordinario del día 19 de marzo de 2013

Ayer se celebró en la Facultad de Filosofía y Letras un sesión ordinario del Claustro de la UGR, con el siguiente orden del día:
  1. Aprobación, si procede, del Acta de la sesión ordinaria anterior.
  2. Informe del Sr. Rector.
  3. Aprobación de las propuestas, elevadas por el Consejo de Gobierno, de concesión del Título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada al Dr. D. James Casey y al Dr. D. Alfonso Castiñeiras Campos, y, a propuesta del Sr. Rector, a la Dra. D.ª María Ángeles Durán Heras.
  4. Presentación y aprobación, en su caso, del Informe Anual 2012 del Defensor Universitario.
  5. Elección, en su caso, de tres miembros de la Comisión de reclamaciones, según lo dispuesto en los arts. 40, j) y 116.2 de los Estatutos y en el artículo 44 del Reglamento de Régimen Interno del Claustro Universitario.
  6. Ruegos y preguntas.
Fue un claustro absolutamente plácido, casi sin participación de los claustrales más allá de las obligadas defensas de los currículos de los doctores propuestos para el título de doctor honoris causa (propuestas que fueron unánimemente aceptadas) y algunas preguntas al hilo del Informe del Defensor Universitario y en ruegos y preguntas.

Creo que lo más destacado del Claustro fue el informe del Defensor Universitario. De su presentación y del texto que la acompañaba me permito destacar algunos fragmentos, con una mirada especial a aquellos especialmente relevantes para la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta.

El Informe comenzaba con una exposición de los datos sobre quejas que maneja la oficina del Defensor. La gran mayoría son realizadas por estudiantes (92,2%), lo cual parece lógico al ser el eslabón más débil de la cadena, y están relacionadas con la evaluación y "procedimientos". En la distribución por centros, la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta sólo registró una queja y es, en este sentido, el centro menos conflictivo de la UGR.

Posteriormente el Defensor Universitario realizó una selección de sus pronunciamientos del año 2012. Me quedo con algunos de los más destacados, en mi opinión:
  • La importancia, la necesidad y la exigencia de tener unos criterios de evaluación claros y previsibles. Estos criterios obligan, además, tanto al docente como al estudiante.
  • El artículo 18 de la Normativa de Exámenes de 1997 y el tema de la compensación de créditos sigue vivo y el Defensor entiende que el hecho de que cada facultad le haya dado una respuesta a este asunto puede vulnerar el principio de igualdad entre estudiantes de diferentes titulaciones.
  • Una convivencia adecuada no es un desiderátum sino una responsabilidad compartida pues es necesaria para prestar un buen servicio o mantener una relación educativa de calidad.
A partir de estos pronunciamientos, el Defensor hace algunas sugerencias, de las cuales extraigo las que estimo más relevantes:
  • Aprobar una nueva normativa de exámenes. [Sí, parece que una norma escrita en 1997 debería ser revisada.]
  • Establecer un sistema de verificación de la asistencia a clase de los profesores. [Lo destaco porque en ningún punto del Informe se muestra que esto sea un problema en la UGR y me parece significativo que sea la segunda sugerencia que establece el Informe, dejando para más tarde otros asuntos que sí se han destacado en los pronunciamientos del Defensor.]
  • Simplificar los procedimientos administrativos.
  • Preservar la confidencialidad en la recogida de quejas.
  • Equilibrar el principio de publicidad de los actos administrativos con el principio de protección de datos.
Por último, el Defensor Universitario cerró su informe con referencias a la situación de la educación pública ("Es hora de arrimar el hombro"), los recortes ("Lo peor de las situaciones de precariedad es que obligan a los seres humanos a pararse y lo mejor que les obligan a levantarse"), el día de la inauguración oficial del curso académico ("Ese día viví uno de los días más tristes de mi vida universitaria") y la crisis económica ("Con la crisis todos estamos haciendo un máster de madurez... Está disminuyendo el número de quejas sobre pequeñas rencillas y cuestiones menores, y aumentando otras de mayor transcendencia").

En conclusión, en general la visión que transmitió el Defensor Universitario fue la de una institución asentada pero en movimiento, una visión serena en un claustro, como decía anteriormente, plácido y tranquilo. Quizás incluso demasiado.